Un investigador de Azti expone en Celeiro posibles estrategias para pescadores y autoridades Abundan las…
Puerto de Celeiro teje alianzas para dar un salto más en la comercialización
Sondea asociarse con Pescados Rubén para ampliar su gama de procesados
Anadie se le escapa el éxito que ha cosechado entre los consumidores españoles el salmón noruego, que rivaliza duramente con un producto de la casa: la merluza. En Puerto de Celeiro están convencidos de que el tirón de aquel —estrategia de promoción y márketing aparte— tiene mucho que ver con la forma de presentación en que el pescado llega a los consumidores. Es mucho más frecuente encontrarlo en lomos, en filetes, en porciones o en platos ya preparados que la pieza entera. Casi al revés que la merluza, la enseña de Puerto de Celeiro, cuya flota acapara el 27 % de las cuotas de la especie en Gran Sol y cuya lonja es la primera de Galicia en volumen de comercialización de este pescado, con unas 10.000 toneladas al año.
«A xente non quere limpar o peixe; non ten tempo nin espazo», dice Eduardo Míguez, director adjunto de Puerto de Celeiro, que percibe que cada vez más consumidores se acercan al expositor de libre servicio en lugar de al mostrador atendido de la pescadería. No quiere el público en general, y no quiere tampoco la hostelería y la restauración, que «prefieren non ter xente limpando o produto e o prefiren ter xa listos en filetes ou lombos». Una tendencia esta que se ha agudizado con la crisis de mano de obra para determinados sectores, entre ellos la rama gastronómica de la hostelería.
Y para comprobar si sus sospechas son ciertas y el salmón casi ha doblegado a la merluza realmente por sus formas de presentación, Puerto de Celeiro ha decidido dar un salto más hacia la comercialización, acercándose de una forma más directa al mercado y preparar ya en lonja lo que quiere el consumidor final.
Más especies
Ya lo está haciendo a través de Novomar, la filial de Puerto de Celeiro dedicada a la comercialización del producto en fresco. Según Míguez, hoy en día ya distribuye casi un tercio de la merluza que vende en filetes, lomos o colas. Pero lo que se pretende es ampliar el catálogo de productos procesados. Aumentar tanto las formas de presentación, como el volumen elaborado como las referencias que se transforman.
Y si ahora para el fileteado de ese 30 % de la merluza se están apoyando, colaborando y aprovechando sinergias para abaratar costes con la empresa Pescados Rubén, Puerto de Celeiro sopesa estrechar ese trabajo conjunto y formar una sociedad entre ambos en la que también podría entrar un tercer aliado, este último aún en el aire.
Todavía no hay nada cerrado, admite Eduardo Míguez, pero la intención de la entidad es seguir en la línea de llevar al consumidor pescado ya preparado para cocinar. Y no solo merluza. También xarda, bonito y otras especialidades de su lonja.
A eso dedicarán parte del crédito de millón y medio de euros que Puerto de Celeiro ha conseguido de Cajamar con un aval del Ministerio de Agricultura a través de Saeca (Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria): a fortalecer la comercialización.
Apuntalar la posición de la flota abaratando el alquiler de cuotas para salir de la crisis
Reforzar la comercialización es uno de los objetivos que ha llevado a Puerto de Celeiro a recurrir a los avales de Saeca y pedir financiación. Pero no el único. También pretende fortalecer el músculo de la flota en un momento en el que las decisiones comunitarias —verbigracia las 87 vedas a las artes de fondo en los cantiles de cuatro países— están golpeando duramente a la flota de Gran Sol, con el palangre como principal damnificado. Esas cortapisas al arte de pesca que permite a Celeiro presumir de merluza del pincho han llevado a muchos barcos a aparcar los anzuelos y cambiar a la volanta, con lo que eso significa en precios e ingresos.
Puerto de Celeiro saldrá al rescate de sus asociados, «que para iso está», apunta Míguez, que señala que pretende financiarse parte del coste del alquiler de cuotas de pesca para ayudar a los armadores a salir del bache y fortalecer la posición del puerto.
Cabe recordar que Puerto de Celeiro apostó por la compra de cupos en Gran Sol en un intento de retener los barcos en su puerto y su lonja en un momento en la que la mayor parte se deshacía de ellos. La inversión en aquel momento, de 42 millones, permitió que la rula no perdiese descargas —todo lo contrario, pues es la referencia en descarga de merluza— y sus barcos hoy concentrar el 27 % de los derechos de pesca de esa especie, pero también de rape, gallo y cigala.
Fotografía: Paco Rodríguez