El sector pesquero se aferra a la esperanza de que la nueva UE contribuya a revertir su declive

Confía en que las autoridades valoren la riqueza que genera y en que la sociedad aprecie los alimentos sanos que suministra

Con un canto coral a la «esperanza» concluyeron las XXVIII Jornadas de Pesca de Celeiro. Por lo que se vio y escuchó ayer, no hay unanimidad, pero sí un voto de confianza en la nueva Comisión Europea. Vuelve a presidirla Ursula von der Leyen, pero el sector percibe cierto propósito de enmienda respecto a los últimos cinco años de «deriva ambientalista». Por la cartera específica de Océanos y Pesca, separada de Medio Ambiente, pero sobre todo porque los compromisos adquiridos por el chipriota Costas Kadis como eurocomisario apuntan a una intención de cambio a la que se aferran quienes apuestan por vivir del mar.

En clave positiva, confían en que la nueva UE contribuya a revertir el hasta ahora imparable declive de flota, empleo y producción. Aspiran a que se valoren en su justa medida la riqueza que genera la cadena de la pesca y su esencial papel en la soberanía alimentaria. También esperan que el cambio de rumbo político que ansían se traslade a la sociedad, para que aprecie como se merecen los alimentos sanos que suministran los pescadores.

Cuatro de los dirigentes que intervinieron ayer coincidieron con uno de los mensajes que lanzó Alfonso Villares, conselleiro de Mar, cuando inauguró el jueves el simposio: «A Comisión anterior tomou decisións non acertadas, con descoñecemento da realidade e esquecendo aos traballadores do mar. Esperemos reverter esas políticas» con Kadis.

«¿Hay motivos de esperanza para el sector pesquero en la nueva legislatura europea?». Así tituló Javier Garat, secretario general de la patronal española Cepesca y presidente de la comunitaria Europêche, una ponencia en la que ayer radiografió el estado actual en la UE y trazó los rumbos de futuro para unas pesquerías sostenibles, competitivas y rentables, para que exijan a las flotas y productos de otros países lo mismo que a los comunitarios y para hacer viable la descarbonización, entre otros aspectos.

De las palabras a los hechos

«Las palabras bonitas se tendrán que traducir en acciones, pero sí hay motivos para la esperanza», proclamó convencido Garat. Sobre todo porque, «si no hay un cambio de rumbo radical, en diez años va a desaparecer» una pesca española y comunitaria que más que nunca «necesita una inyección de moral, ilusión».

Isabel Artime, secretaria general de Pesca, comparte que con la nueva UE «hay razones para el optimismo, una nueva oportunidad de mirar hacia el gran futuro que tiene la pesca». En este «contexto crucial del nuevo ciclo», tiene expectativas de que «permita orientar el rumbo» para que el sector sea sostenible, competitivo y rentable.

«La pesca tiene un gran futuro», subrayó Artime, y quienes viven por y para ella, «muchos motivos para sentirnos orgullosos». Ahora «es crucial que seamos capaces de transmitir lo que representa» el sector para que la sociedad también se «sienta orgullosa» de sus pescadores y de todo lo que le aportan.

Aurora de Blas, directora general de Ordenación Pesquera, ratificó «las grandes esperanzas en el nuevo comisario». «A pesar de la demonización del sector, tiene futuro» porque la flota española «es la más cumplidora de las normas y la más involucrada en la salud de los mares». Y anima a trabajar para «que el consumidor valore que nuestro producto es mejor que otros».

Antonio Basanta, director de Pesca en la Xunta, comparte que Kadis «pode levar á esperanza» si, como prometió, escucha al sector. «Tenemos esperanza en la pesca», sostuvo Hugo González, gerente adjunto de ARVI.

La Voz de Galicia – Somos Mar
S. Serantes
Fotografía: Xaime Ramallal