Confía en que las autoridades valoren la riqueza que genera y en que la sociedad…
Desde Celeiro, “Paranoia” del Anisakis
LA PESCA TOCA A REBATO DESDE CELEIRO POR LA «PARANOIA» DEL ANISAKIS
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Apela a la unidad para transmitir a la sociedad los beneficios de consumir pescado
«Noticias nefastas sobre el consumo de pescado fresco provocan paranoias y los consumidores hasta ven parásitos donde no los hay». Carlos Rodríguez, de Anfaco-Cecopesca, alude al anisakis, un parásito con mucha menos incidencia en la salud humana que otros de productos del mar, como los Myxozoos, e ínfima si se compara con las de bacterias de otros alimentos (Campylobacter, Salmonella…). Y a diferencia de esas, el anisakis solo puede ser un problema para la salud si el producto no se cocina como siempre, al menos un minuto a 60 grados de temperatura. Pero la sociedad no lo percibe «por un exceso de información negativa sobre el pescado frente a otros alimentos».
La psicosis del anisakis provoca desplomes de precios y de ventas.
Todos los eslabones de la cadena mar-comercio han entonado un mea culpa en el simposio pesquero de Celeiro porque no reaccionan. Cuando en España continúa cayendo el consumo de pescado del mar fresco, la pesca toca a rebato desde Celeiro porque «es hora» de sumar inversiones públicas y privadas para transmitir lo que es y lo que representa.
«Ante campañas de desinformación y manipuladoras que desaniman a consumir pescado, el sector también tiene que aportar dinero para rebatirlas», sostuvo Javier Garat, secretario general de Cepesca. Pescadores, comercializadores y gestores públicos apuestan por reinvidicarse en medio de su tormenta perfecta interna: brexit, obligación de desembarques, rendimiento máximo sostenible, caída del consumo y falta de tripulaciones.
Los millones de raciones diarias del alimento sano y natural que suministran y los miles de empleos directos que generan dependen en buena parte de que los consumidores los conozcan más y mejor. Echan de menos campañas públicas de promoción como las del desaparecido FROM, pero reconocen que ellos también deben invertir para difundir «información adecuada para ganar la confianza» de los clientes. Paralelamente, repiten la petición de incluir la asignatura de nutrición en la enseñanza, de modo que las nuevas generaciones aprendan que comer pescado «es seguro y saludable».
Carlos Rodríguez cita como ejemplos de la guerra abierta contra el anisakis, «normal en el medio marino», a puertos como Celeiro y Burela. Ambos han redoblado esfuerzos y, con tecnología y formación, han mejorado la limpieza de su producto estrella, la merluza fresca, e intentan que ninguna llegue al cliente con ese parásito.
Carola González, subdirectora nacional de Comercialización Pesquera, recordó en Celeiro que el Estado ha creado un grupo de trabajo sobre el anisakis con toda la cadena mar-comercio: «Estamos trabajando en una campaña para ayudar al sector».
La «negra sombra» de las cámaras a bordo que vigilarán la prohibición de los descartes
María Isabel Artime, directora general de Recursos Pesqueros, detalló en la cumbre pesquera de Celeiro las previsiones de cuotas para el próximo año y el siguiente. Además de la obligación de desembarque de todas las capturas con cupo, el reparto combina el objetivo del rendimiento máximo sostenible (pescar garantizando la preservación del recurso y la rentabilidad). Según Artime, la flota española continúa con «un exceso de capacidad respecto a las cuotas», pero a fin de año aún no se gastan todas por los criterios de reparto.
A la espera de lo que decida la Unión Europea en diciembre, la flota española podrá pescar el próximo año menos merluza en aguas ibéricas y, sobre todo, menos caballa. Los científicos recomiendan recortar la cuota con «un mazazo» de un 69 %, aunque Artime tiene esperanza que se quede en un 20-25 %, pero aun así «afectará notablemente».
Hugo González, directivo de la Cooperativa de Armadores de Vigo, preguntó por «la negra sombra que nos sobrevuela, las cámaras a bordo» para controlar que la flota cumple la prohibición de los descartes. Artime respondió que aunque ese asunto no le compete directamente, pero admitió «que hay mucha polémica, y no tiene fácil solución». Mantener la confianza del resto de los Estados miembros depende del control de capturas en alta mar, destacó. Irían en los parques de pesca de los barcos.
S.Serantes
Imagen: Carmela Queijeiro