Reacción a las cuotas para el 2024
Reacción a las cuotas para el 2024: inquietud en la bajura, pánico en el Mediterráneo y tranquilidad en aguas comunitarias
La patronal pesquera carga contra un comisario inflexible que pretende acabar con el arrastre mediterráneo
Las reacciones de la flota al pacto que marcará su singladura empresarial el año que viene difieren por caladeros. En el Mediterráneo están al borde del pánico, al tener que soportar un recorte adicional del esfuerzo pesquero, del 9,5 %, «que sumado al de los últimos tres años llegaría al 40 %, una auténtica barbaridad», denunció Javier Garat, secretario general de Cepesca, que cargó contra un «comisario inflexible», Virginijus Sinkevicius, «empeñado en cargarse la flota de arrastre del Mediterráneo.
La de Gran Sol ha salido «mejor de lo previsto», según Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi). Gana rape y gallo y sufre un recorte asumible de merluza por la estabilización de la biomasa tras años de máximos históricos, según Jesús Lourido, que resalta que el pacto «pon en valor o compromiso da flota española coa pesca responsable, pois todas as nosas especies obxectivo están en límites sostibles». Lamenta, eso sí, que siga limitado el jurel, como Touza y Garat lo hacen por el abadejo. También el presidente de las cofradías españolas, Basilio Otero, mostró su preocupación por el recorte de esta última especie que, junto a los recortes habidos en merlán y solla, pueden complicar la operatividad de la flota, por lo que habló de un acuerdo «mellorable».
Otero criticó, asimismo, el mutismo de las autoridades pesqueras españolas, que tuvo al sector pendiente toda la noche del resultado sin recibir avance alguno.
Recomendaciones científicas
Por su parte, la organización conservacionista Oceana aplaudió que los ministros hayan fijado las cuotas más en consonancia con las recomendaciones científicas, por más que el 13 % de los stocks decididos se hayan pactado por encima de ese límite recomendado. También es cierto que los 27 no han perdido de vista la posición del abogado general de la UE, que propugna que el Consejo debe acatar las cuestiones biológicas por encima de las sociales y económicas, de ahí que haya evitado grandes variaciones por si la sentencia, que saldrá en enero, obliga a corregir a posteriori.
Aún así Oceana lamenta que se siga permitiendo que continúe la sobrepesca en determinadas especies y exige «mayores esfuerzos» para salvar el Mediterráneo.